La melaza es un líquido denso y viscoso de color oscuro. Se origina como resultado de procesos extractivos de obtención de sacarosa por cristalización de fuentes vegetales como la remolacha o la caña de azúcar.
Tras esa extracción, el subproducto generado, ya considerado como melaza, es rico en azúcares fermentables, por lo que es muy valorado su empleo como pienso energético. La composición nutricional de esta melaza es variable según la procedencia (remolacha o caña). En general, el contenido total de azúcares se encuentra entre el 48-53 %, entre los cuales destaca la sacarosa, con una presencia entre el 48,8% y el 60,9%, siendo más rica en este elemento la procedente de remolacha. Entre otros compuestos presentes, cabe resaltar el contenido de nitrógeno (4-10 %), siendo superior también el presente en la melaza de remolacha respecto al de caña. Además, en las melazas de remolacha se ha detectado la presencia del aminoácido betaína (0,5-0,7 %), el cual puede contribuir a reducir problemas de ácido graso en ganado vacuno de producción láctea. El contenido mineral constituye entre un 8%-9%, prevaleciendo sobre todo el contenido en sodio y potasio en melazas de remolacha y en calcio y fósforo en melazas de caña.
Importancia de la melaza en la alimentación animal
Se ha observado que la introducción de melaza en la ración no solo supone una fuente de energía por su contenido en azúcares fácilmente digeribles, sino que debido a su palatabilidad va a promover el incremento de consumo de granos y forrajes secos, evitando rechazos. Para mejorar su perfil nutricional, se adiciona una serie de suplementos en diferente porcentaje, que pueden ajustarse a un particular momento fisiológico del animal, de esta manera se puede prevenir posibles efectos metabólicos adversos en la salud animal, como la cetosis y que puede derivar en descensos de productividad o fertilidad. Los productos que generalmente suelen acompañar a la melaza pueden ser fuentes de nitrógeno proteico y no proteico (urea), suplementos de vitaminas y minerales o glicerol. Siendo el contenido de estos piensos líquidos mayoritario en melaza, debido al alto contenido en azúcares y sales, su carga osmótica va a prevenir la contaminación por micotoxinas.
Las ventajas de la melaza como pienso líquido
Hay evidencia de que la incorporación en la ración de melaza supone una serie de ventajas sobre el ganado vacuno de leche, por ejemplo:
- Incremento en la disponibilidad de energía neta y proteína digerible
- Aumento del consumo de materia seca de la dieta
- Incremento en la producción láctea
- Mantienen un alto nivel de producción de leche durante más tiempo
- Incremento en la concentración de grasa de la leche
- Aumento en la fermentación de la fibra
- Mayor eficiencia nutricional
- Reducción del riesgo de acidosis y daño en mucosas
- Los microorganismos del rumen funcionan de manera más eficiente
- Disminución de la aparición de cuerpos cetónicos
- Menor riesgo de pérdida de peso en animales lactantes.
Nuestra propuesta
En Morea atesoramos una larga experiencia en la fabricación y venta de la melaza como pienso líquido. Consúltanos ya al respecto si tienes alguna duda. Haremos todo lo posible para que tus cabezas de ganado mejoren su alimentación y te sean más rentables que nunca.